El escritor F.A.D. coautor de "Codex Templi", desde España escribe a nuestro colaborador Fernando Fluguerto ésta carta sobre "La infancia de Cristo: JESÚS ERA GALILEO":
Estimado amigo don Fernando:
Suscribo, y ya lo sabe, la convicción de que Jesucristo NO fue judío, y no sólo porque el Verbo de Dios no pueda ser de tal o cual pueblo humano aunque en hombre se encarne, y aunque en aquel momento viniese, como es lógico, en medio del pueblo elegido (pueblo maldito después, precisamente luego de no haber reconocido al Señor, y luego de su Deicidio).
Personalmente, en nuestra obra Codex Templi así me encargué de exponerlo:
Sostener que Bernardo de Claraval bebió en las fuentes del arte celta y de la doctrina de la Iglesia céltica no es mera especulación. (La Iglesia céltica o culdea no debe confundirse con la orden de los columbitas). La milicia de Cristo tuvo en San Bernardo de Claraval a su padre espiritual y mentor intelectual. El cristianismo de la Orden era, más que un cristianismo lunar y judaico, un cristianismo solar y joánico: el cristoceltismo mesiánico de Jesús el Galileo.
En Palestina floreció la civilización de los arios desde tiempos muy remotos, como se constata en tablillas cuneiformes (c.1700 a.C.), aunque no se puede determinar si eran iranios, indoiranios u otro grupo indoeuropeo. Sí se sabe que Galilea fue una colonia celta en el Mediterráneo cuyo nombre se traduce como «tierra de galos» y que la lengua vernácula de Jesús era el arameo (idioma de los arios).
Al menos hasta el siglo IV, los galos realizaron una armoniosa fusión de la fe cristiana y la religión celta. Otro importante indicio al respecto lo hallamos al analizar la ubicación de encomiendas y casas de la Orden del Temple. Se advierte que la mayoría se edificaron en antiguos caminos celtas o en antiguos emplazamientos celtas.
(Codex Templi, cap. I: "La Orden del Templo de Salomón: primeros años y entorno social", pág. 49. Aguilar, Madrid, 2005).
No obstante, la prueba más evidente, como bien dice, son los propios Evangelios, donde Jesús JAMÁS se refiere a los judíos en primera persona, sino en segunda o tercera ("vosotros los judíos"; "ellos".... "los hijos del diablo").
Y es que, aunque el Verbo que ya era el el principio (Jn 1, 1) debía encarnarse en medio del que por entonces era pueblo elegido, por haber dado Dios a Moisés la Ley, su Reino no es de este mundo...
"En aquel tiempo preguntó Pilato a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?» Pilato le respondió: «¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?» Jesús le contestó: «Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis seguidores habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero no, mi Reino no es de aquí». Pilato le dijo: Conque ¿tú eres rey? Jesús le contestó:«Tú lo dices: soy Rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz»". (Jn 18, 33-37).
Quienes se empeñan en decir que Jesucristo era judío, sólo pueden hacerlo por desconocimiento (en la mayoría de los casos) o con bastardos y diabólicos propósitos, pues a la luz del Evangelio está bien claro que:
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la recibieron. (Jn 1, 4-5).
Yo soy la luz del mundo. (Jn. 8:12).
Mineros Chilenos
Hace 14 años.
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