Cuando a raíz de la erupción del Volcán Chaitén se prohibieron las compraventas de predios en la zona afectada, Douglas Tompkins compró 200 hectáreas a la Familia Almonacid en el sector de Michimahuida, inmediaciones de Lago Yelcho. La excusa para ésta violación de la norma establecida fué que el negocio estaba tratado de antes de la erupción.
Y no sería la única compra efectuada por este invasor en semejantes circunstancias.
Pareciera que hay una continuidad al respecto con los gobiernos concertacionistas de Lagos y Bachelet (hay que reconocer que en este punto el gobierno de Frei Ruiz-Tagle fue soberanamente digno), pues el gobierno de Piñera-Hinzpeter sigue dando todas las facilidades del mundo para que avance el proyecto Tompkins de consolidar un enclave territorial eco-norteamericano en el Austro Chileno.
De hecho, ha vuelto a incrementarse el hostigamiento a los pobladores de Chaitén, que hacen patria en su terruño, con el fin de lograr que se vayan de sus casas:
- se suspendió el subsidio estatal a los pobladores residentes-resistentes y ahora si quieren viajar en avión para allá tienen que pagar $40.000.
- Actualmente, las barcazas solo pueden atracar en Chaitén cuando hay marea alta, pues el Estado ha renunciado a llevar adelante las labores necesarias para evitar el embancamiento del río con las cenizas arrastradas desde el volcán. Es previsible que, si no se hace nada, esto empeore y ni siquiera con mareas altas se pueda atracar.
- Los telefonos de los residentes-resistentes de Chaitén han vuelto a ser intervenidos, tal como se hacía durante la represión bacheletiana en contra de ellos.
- Para aterrorizar a los patriotas habitantes de Chaitén, la propaganda oficialista habla de que un 80% de las aguas que se pueden consumir están contaminadas con arsénico, sin mostrar ningún estudio que lo avale.
Mineros Chilenos
Hace 14 años.
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