LOS JUDÍOS DE LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE.

Esperamos que pronto sea traducido y editado en castellano este interesante libro que acaba de publicarse en Francia, y del que es autora Anne Kling, funcionaria del Consejo de Europa, quien ya había publicado el libro La France LICRAtisée, que fue censurado por el mismo Consejo de Europa por argumentar en contra del inmigracionismo (la inmigración descontrolada) en Europa (LICRA es la Liga Internacional Contra el Racismo y el Antsemitismo).
PETRAS.

LOS REVOLUCIONARIOS JUDÍOS
EN LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE.

ANNE KLING.
“REVOLUCIONARIOS JUDÍOS. Los principales actores de las revoluciones bolcheviques en Europa (fin del Siglo XIX-1950)”. Ediciones Mitra, France. 21 Euros.

El rol esencial que jugaron los revolucionarios judíos en la gestación, en la organización, en la realización y en la consolidación de la revolución bolchevique de 1917 en Rusia, y más ampliamente en la esfera europea en el curso de las décadas siguientes, es puesta aquí en evidencia en este libro.

Anne Kling nos presenta una galería de 72 retratos, a menudo terroríficos pero siempre sorprendentes, de los principales actores –varones y mujeres- de ésta barbarie. Todos ellos tuvieron importantes responsabilidades en lo ocurrido, pues jugaron un rol sumamente grande en la instauración de este régimen que fue particularmente inhumano.

ALGUNOS DE LOS JUDÍOS BOLCHEVIQUES RETRATADOS POR KLING:

En este libro se pone al descubierto a los dos banqueros que financiaron a los bolcheviques: el norteamericano JACOB SCHIFF y el sueco OLAF ASCHBERG.
Y a TROTSKI, ZINOVIEV y KAMENEV que terminaron sus días asesinados por orden de Stalin, dado que La Revolución devora a sus propios hijos; característica que no es el menor de los encantos que tiene La Revolución.
Y a KAGANOVITCH, el Eichmann soviético encargado de supervisar el Holodomor, la gran hambruna de Ukrania de 1932 y 1933 que fue orquestada desde el mismo poder soviético y que causó por lo menos seis millones de bajas en la población civil, de las cuales dos millones eran niños ucranianos.
Sin olvidar a IAGODA, que el periodista israelita Sever Plocher calificó recientemente, en un artículo intitulado “Los judíos de Stalin”, como “el más grande asesino judío del Siglo XX”;
Y sin olvidar tampoco a JACOB AGRANOV, quien se hizo famoso por su slogan: “Si no hay enemigos, hay que crearlos, denunciarlos y castigarlos”.
Anne Kling hace una evocación del Mengele soviético, GREGORI MOISSEVITCH MAIRANOVSKI, quien estuvo a cargo de poner a punto un veneno mortal que al ser aplicado no dejaba huella alguna y también de practicar numerosos experimentos en conejillos de indias humanos.
Y la autora evoca todavía a otros personajes dignos de entrar en la historia, como es el caso de ISAÍAS DAVIDOVITCH BERG quien inventó en 1937 las cámaras de gas ambulantes.
…y tantos otros que no causaron menos desgracias que los anteriormente mencionados, incluyendo a una buena cantidad de mujeres que no tienen nada que envidiar a sus homólogos masculinos.

A modo de conclusión, Anne Kling se pregunta:
“A la hora de que las naciones europeas, con Alemania a la cabeza, son constantemente llamadas a recordar sus propias faltas y a asumir su responsabilidad histórica con los horrores cometidos ¿es normal que páginas enteras de la historia sigan siendo sistemáticamente escondidas a la memoria de los judíos?”.

(Traducción de Petras).

EL BLOG DE ANNE KLING:
http://france-licratisee.hautetfort.com/archive/2009/01/17/le-conseil-de-l-europe-a-gagne-1.html