HEMOS PASADO AGOSTO Y EN NUESTRA MEMORIA RETUMBA EL GRITO DESGARRADOR: "¡No importa, camaradas, nuestra sangre salvará a Chile!"

UNO DE LOS GRANDES HECHOS QUE MARCAN LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE CHILE ES LA TRAGEDIA NACISTA DEL 5 DE SEPTIEMBRE.
EN VISPERAS DE CUMPLIRSE 71 AÑOS DE LA MASACRE ORDENADA POR ALESSANDRI, PRESENTAMOS EL ENFOQUE DE PEDRO GODOY PERRIN:
El SEGURO OBRERO: UN EPISODIO DE LA HISTORIA DE CHILE



Septiembre es mes de conmemoraciones. No sólo el “18”, sino el “11” originan la evocación colectiva. No es todo, el “5” es motivo de homenaje a 59 muchachos que son ejecutados en 1938. Se trata de milicianos del Movimiento Nacional Socialista de Chile. Intentan un putch contra el León de Tarapacá, para tal propósito se atrincheran en la Universidad de Chile y en el edificio del entonces Seguro Obrero frente a La Moneda y a la Intendencia. Esperan el apoyo de la guarnición de Santiago. Meta: deponer al jefe de Estado evitando así el triunfo del candidato de la derecha Gustavo Ross.



El pronunciamiento aborta y la brigada que controla la Casa de Bello capitula. Manos en alto son conducidos al Seguro Obrero. Allí también hay bandera blanca. Sin embargo, la orden presidencial es perentoria: “¡Liquídenlos a todos!”. Así 59 muchachos –estudiantes, oficinistas y obreros- son ejecutados uno a uno. El nacionalismo socialista se repliega y sufraga por el candidato Pedro Aguirre Cerda. Indultos y amnistías procuran borrar la sangre vertida por Chile. Cada 5 de septiembre en la esquina de Morandé con Agustinas y en el Cementerio General se evoca la histórica gesta.



Luego vendrán otros capítulos. La conversión del Movimiento Nacional Socialista en Vanguardia Popular Socialista. Su ulterior disolución y el desconcertante ingreso del Jefe al Partido Liberal en el sobaco del verdugo de sus discípulos que combaten y mueren en la epopeya. Hay luces y sombras en todo aquello. La Historia Oficial –aquella enseñada y aprendida en aulas- presenta a movimientistas como agentes del III Reich. En tal enfoque hay mano mora. Apunta –desde la derecha y la izquierda- a triturar todo accionar político ajeno a los centros mundiales de poder.



Desde nuestra trinchera, preparando con paciencia, pero sin pasividad la contraofensiva, se recuerda a los 59 de la fama en la persona de nuestro maestro Enrique Zorrilla Concha. Aquellos que, en la flor de la existencia, se juegan la vida para que su sangre redima a Chile. La amnesia no cubre ese retazo de historia. Un soldado muere dos veces: cuando el corazón deja de latir y en el momento que sus camaradas lo olvidan. Lo primero ocurre –y nadie alude entonces a los DDHH- , pero en cada uno de los nacionales de ahora reside el compromiso de evitar que suceda lo segundo.



Prof. Pedro Godoy P.

Centro de Estudios Chilenos CEDECH

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