LA CUESTIÓN JUDÍA EN CHILE.
Las revoluciones no las hacen las masas: por el contrario, las masas son revueltas por las minorías activas decididas que siguen las estrategias planeadas y las ejecutan cuando se dan las condiciones propicias.
P.ej, en la Rusia Imperial de 1917, los bolcheviques eran una minoría entre los que conspiraban y se movilizaban en contra del régimen zarista, pero fueron ellos quienes se hicieron del poder y construyeron a sangre y fuego un Estado que se impuso a la totalidad de los pueblos antes sometidos al Zar y que se prolongó durante 77 desgraciados años.
Esto no se da solo en Rusia ni solo a cuenta de bolcheviques, sino que sigue un modelo de alcance universal. Veamos qué ocurre en nuestro caso particular cuando se aplica este modelo.
En Chile –incluso en círculos sedicentes “nacionalistas”- cuando alguien plantea que en Chile los judíos en general (una ínfima minoría) o los sionistas en particular (un poderoso lobby) constituyen un peligro para nuestro pueblo y para nuestro estado, es mirado como un bicho raro que está viendo visiones y es respondido con una sonrisa sarcástica merecedora de compasión o de desprecio. Y si el que responde es un chileno más racional dirá que eso “no es pertinente”, o sea, es un tema tabú, algo de lo que no hay que hablar. Y, si además es un “progre” atacará afirmando que en sí hablar de ese peligro ya es un crimen de “discriminación” en contra de “los elegidos”.
Pero como nosotros no rendimos culto a ese tabú y sí somos concientes de que la facultad de discriminar es connatural al ser humano (al punto de tener conciencia de que si alguien no discrimina no es un ser humano, simplemente porque no podría pensar) –DISCRIMINO LUEGO EXISTO es nuestra frase para el bronce- damos por desatado un debate al respecto, más no sea por mientras más que un debate “entre nosotros”.
PETRAS.
DECLARACIONES A LA AGENCIA JUDÍA DE NOTICIAS, POR PARTE DEL LIDER DE LA JUDERÍA CHILENA, QUIEN HA SIDO ABOGADO DE LA UDI Y DE VARIOS DE LOS LIDERES UDI.
http://www.prensajudia.com/shop/detallenot.asp?notid=16164
Aseguran que el principal problema de la comunidad judía de Chile es la importante presencia palestina.
AJN.- En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias, el presidente de la Comunidad Judía de Chile, Gabriel Zaliasnik, afirmó que “aproximadamente 400 mil chilenos son de origen palestino, lo que demográficamente equivalen a un porcentaje similar a la comunidad judía en Estados Unidos”. “Otro tema relevante es la cantidad de grupos neonazis que existen”, indicó el dirigente comunitario.
La comunidad judía de Chile enfrenta como principal inconveniente que en el país trasandino residen 400 mil chilenos que son de origen palestino, lo que demográficamente equivale a la población judía de Estados Unidos.
“La mayor problemática de la comunidad judía de Chile, y que pasa inadvertida para el resto de las comunidades judías del mundo es que en Chile existe la mayor diáspora palestina fuera de Medio Oriente, aproximadamente 400 mil chilenos de origen palestino”, afirmó el presidente de la Comunidad Judía de Chile, Gabriel Zaliasnik.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), Zaliasnik indicó que los ciudadanos de descendencia palestina equivalen “demográficamente a un porcentaje similar a la comunidad judía en Estados Unidos, que por su relevancia tiene un importante poder”.
“Otro tema relevante es la cantidad de grupos neonazis que existen”, destacó Zaliasnik durantesu paso por Buenos Aires, donde participó en el acto por el 15 aniversario del atentado a la AMIA y en el encuentro de parlamentarios convocado por el Congreso Judío Latinoamericano (CJL) para debatir sobre terrorismo.
El dirigente comunitario comentó que mantienen “una buena relación” con el gobierno de Michelle Bachelet a partir de “un diálogo muy franco y muy abierto”.
“La comunidad tiene un espacio político relevante que hemos cultivado a lo largo de los años y eso de alguna manera asegura, no una cierta neutralidad del gobierno de Chile en lo relacionado con Medio Oriente, pero por lo menos una posición relativamente equidistante en buscar una solución de dos estados en paz y seguridad, uno al lado del otro”, rescató Zaliasnik.
No obstante, el dirigente comunitario señaló que “con la oposición, que podría en realidad ser gobierno en las próximas elecciones que se harán en diciembre venidero, podría haber algún tipo de modificación o una posición más comprensiva en algunas situaciones internacionales en relación a las acciones del Estado de Israel”.
“Hay que esperar, actualmente gobierna una coalición de centro izquierda y probablemente una coalición de centro derecha, que podría ser una alternativa, comparte probablemente valores judeocristianos más claros y eso hace que haya una vinculación o un entendimiento del conflicto también, como pasa en Latinoamérica, de ciertos conocimientos religiosos”, agregó el presidente de la Comunidad Judía de Chile.
Zaliasnik aclaró que esta no fue la primera vez que concurre a Buenos Aires para participar en un homenaje por el atentado a la AMIA.
“Para ser más exactos creo que esta iniciativa, de que vengan dirigentes de las comunidades judías y parlamentarios de los países de Latinoamérica fue una iniciativa de la Comunidad Judía de Chile, hace 3 ó 4 años, donde trajimos una delegación de parlamentarios chilenos a la conmemoración del atentado a la AMIA, y a partir de ello se genero la iniciativa de CJL de empezar a incorporar parlamentarios y dirigentes de otros países para realizar este tipo de encuentros”, afirmó, por último, el dirigente comunitario.
EACH-GB
SERGIO LARENAS:
Respecto a este tema, quiero enviarte un artículo publicado en Presencia Nacional, correspondiente al mes de Julio del 2007:
LA PENETRACIÓN JUDÍA EN CHILE
Desde hace casi un siglo, pero en especial a contar del prolongado régimen pinochetista, la penetración judía en nuestro país se ha hecho cada vez más notoria y extendida, participando en diferentes actividades tanto privadas como públicas; esta colectividad se ha transformado, de manera inquietante, en un grupo poderoso e influyente. Tal minoría étnica, no solamente religiosa, se ha acomodado a la perfección a la nueva “democracia”, sucesora casi sin transición de la dictadura anterior. No hay sector del quehacer nacional donde no aparezcan los judíos, imprimiendo su sello característico en todo cuanto emprenden. Están en el Gobierno, en el Parlamento, en los partidos políticos, en los Tribunales; se les encuentra en los medios de comunicación, en el deporte, en la farándula; por supuesto, abundan también en el mundo bancario y empresarial; son dueños de grandes tiendas y de cadenas farmacéuticas, a las que rápidamente les han dado una finalidad doble: vender bienes de consumo y ser, simultáneamente, instituciones financieras, obteniendo por esta vía ganancias siderales de sus clientes cautivos, mediante la aplicación de usureras tasas de interés (el históricamente famoso interés que identifica a este pueblo).
No obstante, y mucho más grave que lo anterior es el avance de la comunidad judía en el ámbito de la cultura. Ya a escala mundial los hebreos han impuesto sus términos; vemos, por ejemplo, como la Iglesia Católica ha cedido a sus demandas, realizando una serie de gestos que, más que de reconciliación, lo son de sumisión; los dos últimos Papas han viajado a Israel y a otros lugares de culto para este pueblo, donde han realizado verdaderos actos de contrición por supuestas ofensas históricas del Vaticano a los hebreos, lo que no ha hecho sino acrecentar la soberbia de los destinatarios de estas expresiones de humildad. En Chile las “autoridades” siguen la moda, sobre todo cuando ésta afecta negativamente las creencias y tradiciones vernáculas. Según señala el diario santiaguino El Mercurio, en su edición del día 8 de julio, la ministra de educación comunicó al presidente de la minoría hebrea que el Consejo de Rectores de las Universidades chilenas, y a petición de esta comunidad, había solicitado a dichas universidades autorizar a los alumnos que profesan la religión judía no asistir a clases con ocasión de la celebración del Yom Kippur (Día del Perdón), principal festividad religiosa judaica. Y esto no es todo, el objetivo es mucho más ambicioso: los judíos se la jugarán para que la celebración del día señalado sea declarado feriado legal; así, con ilimitada osadía, seguros de que todo es posible cuando los pesos sobran.
Si las cosas continúan de este modo, la Biblia y el Catecismo cristianos serán sustituidos por la Torá y el Talmud judíos. Si los cristianos no se movilizan para contener esta arremetida, no nos extrañemos si en poco tiempo, en lugar de las procesiones en homenaje a la Señora del Carmen, o de las marchas dominicales y prédicas de los evangélicos, somos testigos de rezos y lamentaciones en una réplica del Muro de los Lamentos. De sólo pensarlo un escalofrío recorre nuestra espalda. No olvidemos que luego del atentado contra la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), ocurrido en Buenos Aires, trece años atrás, un número considerable de judíos “argentinos” ha llegado a establecerse en Chile, gente ésta acostumbrada y dispuesta a ejercer influencia sobre las autoridades e instituciones del país que los acoge. Hemos expresado antes que nuestra sociedad es cristiana o no creyente; nacimos y crecimos en medio de un paisaje urbanístico en el que coexisten iglesias católicas y templos protestantes, con edificios y viviendas comunes; este entorno ha ido conformando nuestra identidad comunitaria. No es posible, entonces, permitir la llegada de otras religiones o sectas (judía, musulmana, mormona, etc.), ni ritos, aspectos físicos, vestimentas, y edificaciones, extraños a nuestras tradiciones y costumbres, porque ello atenta contra los más profundo del ser nacional, contra el alma del pueblo chileno. (slch)
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Habla lider judio chileno:
COMENTARIOS RECIBIDOS:
ERR: TENGASE PRESENTE.
P/.: LA JUDERÍA DE CHILE TIENE PUESTAS SUS ESPERANZAS EN PIÑERA.
Y SI LOS JUDÍOS APUESTAN A PIÑERA, POR ALGO SERÁ.
COMENTARIO DE LARENAS 29 AGOSTO 2009:
No nos engañemos, los judíos, como su par masónica, están presentes en todos los sectores; ¿se conoce una pandemia que sólo haya afectado a un grupo determinado de la sociedad? Hay marranos de derecha y otros de izquierda, todos cumpliendo con su misión disociadora.-
Dice Zaliasnik que los 400 mil(!) palestinos que viven en Chile ejercen proporcionalmente el mismo poder que los millones de judíos estadounidenses.- Con esto reconoce, aunque para nadie informado es un misterio, que yanquilandia es sólo el brazo armado de la judería internacional.- Afirma también este jacoibo, de manera descarada, que su comunidad "tiene un espacio político relevante.." en nuestro país; sobre esto último, qué duda cabe.-
Nuestro repudio instintivo al "pueblo(especie) elegido", no aminora, no obstante, nuestra aversión por los "turcos".- Las razas semitas infectan mucho más que otras la vida comunitaria de las naciones, empezando por el factor estético; ver o escuchar a un "turco" o un judío me revuelve el estómago como el más eficaz de los vomitivos.- Es necesario cuanto antes una solución final para el problema árabe-israelí, creando un Estado palestino en el que reposicionar a todos los diasporizados de esa etnia; junto con ello es preciso dar pleno cumplimiento a la Resolución de la ONU que creó, en 1947, el Estado de Israel, enviando alli a toda la escoria hebrea que amarga la existencia de la Humanidad y que nos hace lamentar que la shoah sea sólo un mito.-
Si los nacionalistas chilenos dejamos de considerar la inmigración como una plaga, la judería incrementará su fuerza y poder a cada instante.- Sólo una campaña xenófoba no discriminatoria nos permitirá expulsar a los semitas de nuestro territorio, de lo contrario siempre se nos acusará de potenciales victimarios de los escogidos de Jehová.- (slch)
COMENTARIO DE LARENAS 29-AGOSTO 2009:Petras:
¡Aleluya! Has dado en el clavo con tu frase para el bronce: Discrimino, luego existo.- Por ahí yo tengo una expresión parecida a la que llamé nacionalismo "cartesiano": Soy chileno, luego existo.- Si no discrimináramos, ¿cómo podríamos distinguir a un compatriota de un meteco, y protegernos de la insidia judaica?
Discriminación, xenofobia, intolerancia, son palabras mágicas que nos permiten entrar al mundo del auténtico nacionalismo.-
Para ser "más chileno que los porotos" hay que ser verdadera y naturalmente chileno, no basta con poseer el papelucho que entrega el Estado.- No todo el que diga Chile, Chile (o ceacheí), entrará en el Reino de la Patria.-(slch)
Mineros Chilenos
Hace 14 años.
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