
70 años de la Masacre del Seguro Obrero.
“Adelante, chilenos aguerridos/
con vigor y entusiasmo a la acción/
a juntar todo Chile engrandecido/
en un solo cerebro y corazón”.
Así empezaba el himno de los jóvenes idealistas masacrados el 5 de Septiembre de 1938, en el edificio de la Caja del Seguro Obrero, donde en la actualidad se ubica el Ministerio de “Justicia” de la República de Chile.
Leónidas Bravo, auditor militar, relata en su libro“Lo que supo un auditor de guerra” (1955) que la orden transmitida al General de Carabineros de entonces, Humberto Arriagada, fue “¡Mátenlos a todos! ¡Que no quede uno con vida!”.
El periodista Luís Sánchez Latorre, “Filebo”, en un artículo titulado “Una antigua tragedia”, indica la presencia de un misterioso civil -armado de una pistola- dando órdenes en la antesala de lo que se conocería luego como la Masacre del Seguro Obrero.
Momentos antes de la masacre, uno de los detenidos,Pedro Molleda, dijo: “Nuestra sangre salvará a Chile”.
Desarmados y rendidos, se desencadena de manera brutal la masacre,acribillándolos y asesinándolos a sangre fría, a manera de crimen ritual.
Hecho curioso, el responsable político de la gran tragedia, Arturo AlessandriPalma, se encuentra radiantemente inmortalizado en el frontis del Palacio dela Moneda. Oportuno sería que las autoridades pertinentes desplazaran la imagen de tan funesto personaje para la Historia de Chile, ahora, que se conmemoran los 70 años de la Masacre del Seguro Obrero.
Texto de Rafael Videla Eissmann.
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