DIEGO URIOSTE HACE EN ESTE TEXTO UNA LECTURA ESPAÑOLA DEL FENOMENO POLÍTICO VENEZOLANO, INTERPRETANDO AL MOVIMIENTO BOLIVARIANO-CHAVISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LA CORRIENTE NACIONAL-REVOLUCIONARIA, Y PLANTEANDO LOS ELEMENTOS CONCEPTUALES Y METODOLÓGICOS A SER CONTEMPLADOS EN LA FORMULACION DE UN REGENERACIONISMO NACIONAL SOCIALISTA REVOLUCIONARIO QUE TOMANDO NOTA (CIENTIFICAMENTE) DE LA REALIDAD SOCIAL-ECONOMICA-POLÍTICA-CULTURAL DEL TIEMPO ACTUAL (NUEVO MILENIO-NUEVO SIGLO) SE PROYECTE HACIA EL PORVENIR.
ES UNA "INTRODUCCION" PARA ABRIR EL DEBATE.
EL TEXTO ORIGINAL Y OTROS DEL AUTOR SE PUEDEN ENCONTRAR EN
http://urioste.wordpress.com/
P/.
La corriente NacionalRevolucionaria en el siglo XXI (Introducción)
Publicado por Diego Urioste on 19/03/07.
Cada época, cada periodo de la historia, tiene sus propios problemas, su propio lenguaje y su propia realidad económica y social. Es por lo tanto evidente que el impulso ideológico y político esté dirigido hacia ese presente, proyectándose -y anticipándose incluso- al futuro. Decía Santiago Ramón y Cajal que “hay un patriotismo infecundo y vano: el orientado hacia el pasado; otro fuerte y activo: el orientado hacia el porvenir.”
A caballo entre los siglos XIX y XX, dos movimientos intelectuales meditaron sobre la situación decadente de aquella España: el Regeneracionismo y la Generación del 98. Si bien algunos iletrados han confundido ambos movimientos en uno solo, los dos estaban claramente diferenciados. El Regeneracionismo -donde Ramón y Cajal se encontraba- estudió científicamente la realidad española, analizando objetivamente aquel presente paupérrimo, basándose en documentos, estudios y análisis concretos. Sin embargo la Generación del 98 era más literaria, de ahí su subjetivismo, su melancolía y tristeza fecunda en arte pero política y socialmente inviable e incapaz. [1]
Hoy, iniciando el siglo XXI, los movimientos nacionales y socialistas se enfrentan a algunos de los viejos problemas, pero sobre todo a nuevos retos y nuevas realidades. Nuestra dualidad patriota y socialista nos obliga a renovar, doblemente, el sentido de nuestro movimiento y a construir las bases de la corriente Nacional, socialista y revolucionaria del presente siglo. Sirva la situación de finales del XIX como lección histórica para el nuevo reto que debemos afrontar.
Regeneracionismo Nacional y Revolucionario.
Hoy, al igual que en el anterior periodo de entre-siglos, existen dos tipos de corrientes NR. Y hoy, como ayer, será la corriente “orientada hacia el porvenir” la que deberá triunfar, la única viable y, por lo tanto, la auténticamente nacionalrevolucionaria. No existe patriotismo ni socialismo que no trate de cambiar los problemas presentes y futuros, sino en todo caso reaccionarismo e historicismo infecundo.
El regeneracionismo socialista existe esencialmente en el ya mencionado Socialismo del siglo XXI, propugnado por el gobierno de Venezuela por Dieterich y basado en la filosofía de Enrique Dussel, entre otros [2]. Sin embargo nuestra realidad como españoles, enmarcado en Europa, es distinta a la americana. Nuestra realidad, sus contradicciones y problemáticas, necesitan respuestas específicas o, como veremos más adelante, métodos propios.
En cuanto a lo nacional, materialmente hablando el marco geopolítico de la revolución, deberá también regenerarse como Idea, como concepto y como intención incluso. El debate sobre lo que es lo nacional deberá tender, si no queremos caducar (¿Pangeneracionismo del 98?), a una nueva conformación y definición de algo antiguo, revivir una realidad histórica y hacerla verdad presente y proyecto futuro. Y esto pasa por reconstruir la patria como comunidad popular, un espacio cívico de vanguardia, lugar de cambios y “mapa de nuevas ilusiones”.
Metodología “regeneracionista”
Al igual que los regeneracionistas, nuestros análisis deben basarse en la ciencia social y económica para poder establecer concisamente los pilares de nuestro movimiento para el siglo XXI. Una metodología es un proceso de investigación basado en la objetividad de los trabajos realizados sobre uno o varios temas, en este caso concreto en lo social, nacional y económico. “Los métodos –según Martínez Miguélez– son vías que facilitan el descubrimiento de conocimientos seguros y confiables para solucionar los problemas que la vida nos plantea”.
A diferencia de planteamientos historicistas, dogmas y doctrinas estáticas, la realidad actual necesita métodos de estudio y de respuesta ante los problemas actuales y futuros. Un método regeneracionista, como vector de estudio y esencia del trabajo, podrá lograr sustentar un movimiento de respuestas a cada problemática que surja, mientras que un cuerpo doctrinal cerrado se hundirá en su incapacidad de reacción y, conforme pasen los años, se acentuará su hemiplejía “revolucionaria”. Por lo tanto, la “metodología regeneracionista” será, por así llamarlo, el eje sustentador de la vanguardia revolucionaria, para que un movimiento o corriente sea siempre de su tiempo (en cuanto a actualidad de sus peticiones) pero fiel a su sistema de valores, tanto socialistas como nacionales.
La revolución como método dinámico y actual.
Atendiendo al método regeneracionista de vanguardia social (disculpen la grandiculocuencia del término), la revolución no será un hecho puntual de cambio concreto y total como en el pasado, sino un camino que atienda a la dinámica de los cambios estructurales, esto es, una revolución permanente [3] no sólo post-revolucionaria como en el trostkismo, sino desde su propio nacimiento. Una vía revolucionaria perenne, una gimnasia revolucionaria -como diría Ramiro Ledesma Ramos- eterna.
Dada la imposibilidad actual de acelerar la dinámica del tiempo y sus periodos -así lo entiende también el gobierno de Venezuela-, la revolución socialista debe mantener sus fines [4] pero adecuar sus métodos a la realidad existente, sin emponzoñarse con ella. Si anteriores revoluciones fueron sacudidas militaristas y regueros de sangre entre hermanos trabajadores y compatriotas, la revolución socialista del XXI será popular (democracia real), participacionista [5] y, volviendo a lo anterior, regeneracionista.
El impulso conductor del cambio, de la subversión, de la disidencia activa, de la revolución será por convicción: “Conducir no es mandar, no es obligar. Conducir es convencer, conducir es educar” (Perón) [6]. Una convicción y una educación únicamente posible a través del trabajo social de base, de la socialización del mensaje de forma objetiva, real, fácil e ilusionante incluso. Porque no hay nada más ilusionante que saberse portador de un cambio global que empieza por uno personal y va contagiando positivamente a compañeros, amigos, familiares, compatriotas y humanos. Ese es el primer paso, y no otro.
Método de la economía social y nacional.
El método socialista y nacional, como ya se ha explicado, no será estático sino dinámico y flexible, aun siendo sus objetivos socialistas firmes y concisos. Existen dos campos de acción revolucionaria que responden a dos problemas fundamentales, y no son otros que el valor del trabajo y la soberanía nacional. Estos dos problemas tienen una misma causa, y no es otra que la estructura capitalista del mercado y las políticas liberales de los gobiernos.
La propuesta económico-social no es nueva, pero es actual y más que nunca -si cabe- imprescindible. El cambio de una economía basada en las leyes de la oferta y la demanda a una economía de valores, fundamentada en el valor del trabajo. Así, el trabajo no será el alquiler de una fuerza productiva por parte de un “especulador laboral”, sino un valor que se defina con sinceridad y dignidad basándose en su productividad objetiva. La importancia de esta idea radica en el cambio filosófico del valor económico, paso intermedio del actual modelo al modelo socialista, pero que deberá seguir evolucionando y reformulándose a lo que es, a mi parecer, el modelo auténticamente socialista: el cooperativista.
Así mismo, el método nacional, además de componerse como comunidad popular, se basa en la soberanía, vértice de su independencia económica. Frente a una economía globalizada, cuyas potencias económicas son grandes corporaciones que pueden alterar el curso político y social de cualquier nación dada su superioridad, las comunidades populares son el bastión fundamental de la independencia de cada estado representativo de una patria/pueblo. Así, se establece lo nacional como sinergia de todas las voluntades individuales para afrontar el reto, el problema, la ofensiva, de las fuerzas supranacionales. Por ello, la comunidad popular no es sólo el lugar de la masa desatomizada social, tampoco una simple estructura de ciudadanos, sino un engranaje también económico para asegurar su independencia, su soberanía. Para tal efecto, las principales riquezas nacionales -como la energía- estarán al servicio del pueblo no como derecho, sino como propiedad nacional. La economía al servicio de las gentes, ciudadanos -trabajadores- componentes de las patrias.
Para activar y construir la corriente Nacionalrevolucionaria del siglo XXI deberemos articular un cuerpo analítico estructurado en base a una metodología concreta. Esa metodología será la columna vertebradora de la respuesta programática, social, vanguardista y revolucionaria de esta corriente, reformulando los cauces de cambio y transformación económicos, sociales y nacionales de cada momento en base a nuestros objetivos tradicionales de Justicia Social, socialismo, patria y revolución.
Diego Urioste.
[1] Varias lecturas recomendadas al respecto:
Los males de la patria y la futura revolución española, de Lucas Mallada
Colectivismo agrario en España, de Joaquín Costa
El problema español, de Ricardo Macías
[2] ¿Qué es el Socialismo del Siglo XXI?, José Guerra [PDF]
[3] Leer “En defensa del programa trotskista” en español.
[4] Leer “¿Qué es el socialismo genérico?” en “Nuestro socialismo: Nacional y revolucionario”
[5] Municipalismo: el participacionismo
[6] De la élite a lo popular. Hacia un movimiento comunitario
Conducción Política, Juan Domingo Perón (1974) (Online)
Mineros Chilenos
Hace 14 años.
2 comentarios:
muy buen blog camarada.
espero seguir leyendo sus artículos en el futuro.
cordiales saludoss
8H
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